Reflexiones y Consejos para realizar el Camino

Antes de iniciar el camino, es recomendable reflexionar sobre las motivaciones que nos invitan a realizar el mismo, a través de las preguntas como las siguientes:

  1. Por qué hago el Camino?
  2. Qué cosas espero conseguir del Camino?
Camino de Santiago Vía de Bayona

Planificación del viaje

Además de las reflexiones sentimentales, la condición física de cada uno, y las fechas disponibles para realizarlo, determinarán el número y la exigencia física de las etapas a realizar.

Para poder hacer una selección inicial de las etapas a realizar, lo primero que tenemos que hacer es documentarnos sobre los diferentes Caminos que recorren España y las etapas en las que se distribuyen.

Hoy en día, a través de Internet, se encuentran muchas webs con información al respecto, y en el Albergue Municipal para peregrinos, sede de nuestra Asociación, los lunes, de 17:00 h. a 19:30 h., podemos proporcionar información, asesorar sobre las etapas a realizar, y facilitar la Credencial, que nos identificará como Peregrinos del Camino de Santiago con el correspondiente sellado en los establecimientos de los pueblos y las ciudades que recorramos.

Una vez que estemos documentados, debemos tener en cuenta nuestra condición física para planificar las etapas de los primeros días, debemos combinar la exigencia del trazado (cuestas de subida y bajada) con la distancia, que no debieran de exceder de 20 km. y a partir del tercero o cuarto, podremos ir aumentando según la condición física que vayamos teniendo. Esta forma progresiva, evitará sobreesfuerzos, lesiones. También deberemos tener en cuenta que, si queremos emplear tiempo en visitar pueblos o paisajes del Camino, el tiempo a emplear en cada es mayor.

Cerraremos la planificación, seleccionando el método que vamos a utilizar (caminando o en bici, normalmente), la ruta a seguir y las etapas a realizar.

Si finalizamos en Santiago de Compostela, podemos obtener la Compostela, cumpliendo unos requisitos.

Preparación del viaje

La peregrinación andando requiere de un esfuerzo físico, por lo que siempre es conveniente un tiempo de preparación (mínimo de 7 a 10 días), intentado caminar con el calzado que se va a utilizar e incluso con una mochila con algo de peso.

Durante este tiempo, además, tenemos que:

  • Conseguir la credencial
  • Si podemos conseguir la Compostela, averiguar antes de llegar a Santiago, los trámites para conseguirla.

  • Buscar/contratar alojamientos para pernoctar (albergues, hostales, pensiones, etc.)
  • Localizar establecimientos para comer y/o tiendas para comprar viandas.
  • Obtener documentación de consulta (guías, mapas, planos, etc.)
  • Obtener información sobre la asistencia que nos pueden proporcionar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en caso de necesidad (AlertCops)

  • Preparar la mochila
  • Preparar la documentación

Añadimos una tabla que nos puede servir para realizar la preparación del viaje

Sobre la documentación

DNI o pasaporte, tarjeta sanitaria o seguro médico, y la Credencial del Peregrino, que conseguiremos a través de las Asociaciones del Camino y en los principales albergues.

También, tarjeta de crédito (dinero en metálico solo lo necesario para dos o tres días, nunca para todo el Camino).

Nuestra Asociación facilita las credenciales en el Albergue Municipal para peregrinos, los lunes, de 17 h. a 19:30 h., y también proporcionamos información y podemos aconsejar sobre las etapas a realizar.

Sobre el calzado:

Otro de los elementos imprescindibles. Deportivas o botas que no sean nuevas y con las que se encuentre cómodo. En la actualidad hay multitud de modelos de senderismo, pero en todo caso, un buen par que nos queden bien y que hayamos usado con anterioridad.

Lo ideal es un zapato, o bota de tejido ligero y que permita la transpiración, que proteja los tobillos de los esguinces y facilite caminar entre piedras y barro.

Para el alojamiento y la tarde, unas sandalias o chanclas en verano, que podamos usar en la ducha y que nos permitan posteriormente tener los pies secos al aire. Pueden ser otras deportivas cómodas en el resto del año.

Sobre la ropa:

Poca, dos o tres juegos de cada pieza, 3 pares de calcetines (cuide de que no hagan arrugas cuando se los ponga), un jersey y chubasquero o capa que en caso de lluvia pueda tapar también la mochila. Gorra, guantes, un traje de baño… según época del año.

Sobre la mochila:

Todo lo que llevemos deberá ir en una mochila, colocando lo más pesado, abajo, y pegado a la espalda. También acoplaremos un termo a modo de cantimplora

Lo recomendable es no superar la décima parte de nuestro peso, con un máximo de 9 kilos. En una riñonera más a mano, podemos llevar documentación cosas de uso durante las etapas, como la credencial para ir sellando, y un poco de comida, como frutos secos, fruta o lo que consideremos, para comer periódicamente.

En la mochila hay que llevar elementos esenciales, como la ropa (exterior e interior), el calzado (para caminar y para el descanso), la documentación (DNI, tarjeta sanitaria o seguro médico, la Credencial del Peregrino, necesaria para alojarse en los albergues), dinero en metálico y tarjeta de crédito, el saco de dormir (si vamos a albergues), botella pequeña de agua o cantimplora, sombrero o gorra, teléfono o móvil con su respectivo cargador, una guía del camino, un pequeño botiquín con productos como Vaselina, desinfectante, alguna venda, esparadrapo, algún analgésico que nos funcione, bolsa de aseo, una toalla, crema hidratante, jabón, champú, juego de cubiertos, taza, una funda para almohada, linterna, bastón.

Seleccionaremos lo que se vamos a llevar y, si supera el peso recomendado, eliminar lo que llevamos “por si acaso”.

La mochila debe ir ajustada al cuerpo, bien fijada a la cintura, y con otra sujeción a la altura del pecho, para evitar que oscile.

Mochila de peregrino

Cuidar tu cuerpo y tu mente

  • Entrena antes de salir: camina varias semanas con mochila y calzado similar al que usarás.
  • Cuida tus pies: corta las uñas antes del viaje y mantén la piel seca para evitar ampollas.
  • Descansa: escucha tu cuerpo, haz pausas y disfruta del entorno.
  • Actitud positiva: el Camino también es una experiencia interior, no una carrera.

Consejo: sal cada día con calma, disfruta del amanecer y del silencio del camino.

Sobre el saco de dormir:

Imprescindible si piensas usar los albergues de peregrinos. Son más adecuado los de formato compacto. Para el verano, que existe posibilidad de saturación, se puede plantear llevar una esterilla para evitar el contacto directo con el suelo en caso de que no queden camas libres en los albergues.

Y ya en marcha:

En las primeras etapas debemos valorar el nivel de aclimatación que tenemos para cumplir con las previsiones. Es importante vigilar que, en los pies, no nos aparezcan molestias debidas a rozaduras que puedan derivar en ampollas y que durante las siguientes etapas, aumenten las molestias y nos puedan impedir caminar normalmente.

También deberemos descansar lo suficiente para disfrutar de las siguientes etapas Camino.

¡¡ Buen Camino, Peregrino¡¡

Más allá de la distancia o las etapas, el Camino es una oportunidad para reencontrarse con uno mismo, compartir con otros peregrinos y descubrir la hospitalidad de los pueblos.

«Caminar no es solo avanzar; es dejar atrás lo que pesa y abrirse a lo que está por venir.»